Maranatha Cristo Viene

JUAN 14:27 La paz os dejo, mi paz os doy...

  • DEJA QUE JESUS ENTRE EN TU CORAZON EL TE AMA

    "Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí". -Jn. 14:6- Solo en Jesús hay salvación, porque "no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos." -Hech. 4:12-...

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  • MARANATHA Cristo Viene

    Es tiempo de buscar a Dios mientras pueda ser hallado, no sabes si mañana pueda ser muy tarde, Dios te bendiga....

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  • CRISTO VIENE PRONTO PREPARATE

    Nuestro Señor Jesus Viene por un pueblo sin machas y sin arrugas en sus vestiduras, asi que preparate, Dios te bendiga...

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  • Nuestro Cristo Vive Por siempre y para siempre

    Apocalipsis 1:8 ''Yo soy el Alfa y la Omega, principio y fin, dice el Señor, el que es y que era y que ha de venir, el Todopoderoso'' Amen Nuestro Dios vive Dios te bendiga en gran manera.

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  • JESUS ENTREGO SU VIDA POR AMOR A TI

    " "Isaías 53:7 Fue oprimido y afligido, pero no abrió su boca; como cordero que es llevado al matadero, y como oveja que ante sus trasquiladores permanece muda, no abrió El su boca". El te Ama y dio su vida por amor de ti, Dios te bendiga en gran manera.". ""

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  • DIOS TE ESTA LLAMANDO HOY

    "Apocalipsis 3:20 He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo". "El te Ama y dio su vida por amor de ti, Dios te bendiga en gran manera".

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sábado, 23 de septiembre de 2017

3 Cosas Que Siempre Agradan a Dios

1 Corintios 10:5 nos dice: “Pero de los más de ellos no se agradó Dios; por lo cual quedaron postrados en el desierto”.



Aunque si bien sabemos que Dios es inmensamente grande para nosotros, es también verdad que el tiene una personalidad que se asemeja a la nuestra. La Biblia dice que el se enoja, ama, perdona, se duele y se agrada, entre otras cosas. Esto es realmente maravilloso, cuando descubrimos que el Señor es así, nos da gusto poder hablarle, compartirle, contar con Él y expresarle lo que hay en nosotros de una forma libre de toda estructura religiosa.
De hecho una de las cosas más engañosas, es creer que no le interesamos a Dios, ciertas filosofías y religiones de los hombres promueven esta escuela de pensamiento, ellos enseñan que Dios no es una persona, sino una “Gran fuerza” o “una energía del universo”, pero la trampa es hacerlo a Dios impersonal, indiferente y distante. Las fuerzas de maldad quieren romper el concepto de un Dios amoroso y personal.
Dice en génesis que Dios llamo a Abraham su amigo, y Jesús dijo a sus discípulos que podían ser sus amigos en el evangelio de San Juan. La relación de amigos es de confianza e intimidad. Lamentablemente las falsas religiones nos mostraron a un Dios que esta interesado caprichosamente en vernos cumplir ciertas normas y reglamentos inventados por ellos mismos. Pero nada puede distar más de la verdad.
Hay 3 claves principales que agradan a Dios:
1. Dios ve el corazón. El corazón es primordial para el Señor, Dios no valora las acciones externas, sino las internas. Todo lo que hagamos debe ir acompañado de una sincera y pura expresión de nuestro corazón.
2. Tomar en serio su palabra con fe: Hebreos 11:6 tiene que ser nuestra guía en esto “SIN FE ES IMPOSIBLE AGRADAR A DIOS” creer en su palabra es fundamental, tomarla en serio, con la reverencia que sus enseñanzas se merecen. No creer es como decir que Dios es mentiroso. Si nunca nos arriesgamos a nada, si no tenemos valentía, y no emprendemos cosas nuevas, en verdad somos incrédulos.
3. Ser agradecidos: Ser agradecidos con Dios es reconocer que de Él proceden todas las cosas buenas de la vida, y que fue más bondadoso con nosotros de lo que merecíamos. Ser agradecidos es la voluntad de Dios, es una actitud preciosa ante sus ojos. Acepta con agradecimiento lo que hoy te toca vivir, las cosas que tienes y todo lo que hayas recibido. El agradecimiento hace que tengas mayor gracia en tu vida y nuevas puertas se abran.

Tu Dios, a quién Sirves Te Rescatará y Levantará

Muchos que ven cómo buscas y obedeces a Dios, también van a ver cómo el Señor te ayuda, te libera y te recompensa ante desafíos que tengas que enfrentar. Así como el Señor estuvo para librar al profeta Daniel, estará contigo.

Daniel 6:16 dice: “Entonces el rey mandó, y trajeron a Daniel, y le echaron en el foso de los leones. Y el rey dijo a Daniel: El Dios tuyo, a quien tú continuamente sirves, él te libre”.
Daniel se estaba ganando el favor del Rey, pero sus compañeros que trabajaban para el reino de Darío, se unieron para desacreditarlo buscando de qué acusarlo. No encontraban nada, excepto algo relacionado con su fe y devoción a Dios, entonces acordaron hacer una ley que solo se podía adorar al Rey como si fuera una divinidad, quién hiciera lo contrario, sería condenado. Daniel siguió buscando a Dios y estos funcionarios lo acusaron ante el rey, y aunque el rey quiso salvarlo, no pudo, ya que era una ley irrevocable. Fue condenado al foso de los leones y el rey le dijo: “Tu Dios a quien tú continuamente sirves ¡Él te libre!”.
No solo que Dios lo salvó, sino que luego todo el reino debió honrar al Dios de Daniel por orden del rey. Daniel servía continuamente a Dios y el Señor no lo abandonó. Ante situaciones donde eres acusado o te sientes encerrado y parece no haber salida, el Señor enviará sus ángeles, te ayudará y saldrá en tu defensa para honrar tu fe y tu servicio. Dios a quien tú continuamente sirves, te ayudará con su mano poderosa.
Oremos así:

“Padre, confío, espero y te sirvo con fidelidad, porque se que me vas a librar de toda trampa y acusación injustas que me quieran hacer. Tu me das protección y libertad aunque me quieran hacer daño, lo creo y recibo en el nombre de Jesús. Amén”

Escuchando Del Cielo

Podemos disfrutar de la victoria sobrenatural aun mientras vivimos en un cuerpo natural. Podemos triunfar sobre los problemas, aunque el mundo a nuestro alrededor esté en confusión. En otras palabras, podemos experimentar lo que los creyentes experimentaron en los comienzos de la Iglesia. Como Hechos 9:31 lo dice: «[ellos]…vivían en paz y [las iglesias] eran edificadas en el temor del Señor, y su número iba en aumento por la fuerza del Espíritu Santo».
Esa es una manera maravillosa de vivir y es así como Dios quiere que vivan todos Sus hijos. Él quiere que cada uno de nosotros—sin importar las circunstancias o dónde vivamos—seamos edificados, animados, dirigidos y empoderados por el Espíritu Santo. Él quiere que nos multipliquemos de todas las formas y al mismo tiempo disfrutemos del descanso y la paz, que provienen de la presencia del Señor.
A pesar de que esa es la voluntad de Dios para todos nosotros, esa clase de vida no llegará a nosotros de la misma
manera que una manzana se cae de un árbol. Nosotros debemos buscarla con insistencia y recibirla. Como Hebreos 4:11
dice: «hagamos todo lo posible por entrar en ese descanso» (NTV).
Específicamente, ¿qué involucra el hacer todo lo posible para entrar en el descanso de Dios? Con certeza no se trata de luchar para encontrar el camino por medio de nuestros esfuerzos humanos. Jesús—a través de Su vida, muerte y resurrección— ya obtuvo todo lo que se debe hacer.
En Él ya has sido: “bendecido con toda bendición espiritual en los lugares celestiales» (Efesios 1:3). Así que cuando se trata de hacer todo lo posible, ¡Jesús ya ha hecho la parte difícil del trabajo! Tu parte es la más fácil. Tan solo requiere que hagas un esfuerzo en relacionarte con Dios. Requiere que pases tiempo compartiendo con Él en la Palabra y en oración, aprendiendo a caminar en el espíritu y a escuchar Su voz.
Sin embargo, es triste decirlo, muchos cristianos jamás aprenden a hacerlo. Como resultado, les es difícil vivir la vida cristiana. Ellos tratan de hacerlo en el ámbito de la mente, en vez de hacerlo en el ámbito del espíritu. Ellos tratan de hacerlo utilizando su propia fuerza de voluntad natural para mantener un conjunto de reglas religiosas.
Eso no es solamente difícil, ¡sino que es imposible! No puedes vivir bien en este mundo perverso tan solo siguiendo una lista mental de lo que se debe y no se debe hacer. No puedes vencer las tendencias de tu carne en lo natural tan solo dependiendo del poder de tu carne. Cuando todo el mundo a tu alrededor opera con la mentalidad de: si yo no cuido de mí, ¿quién lo hará?, no podrás caminar en amor con éxito en tu fortaleza humana.
No funciona de esa manera. ¡No puedes hacerlo! La única manera de vivir como Dios dice en la Biblia que debemos hacerlo, es manteniendo una unión y comunión con Él. Debes entrar en el ámbito espiritual y permitir que Él te supla de energía. «Porque Dios es el que produce en ustedes lo mismo el querer como el hacer, por su buena voluntad» (Filipenses 2:13).
“Pero Gloria”, podrías decir, “¡Ni siquiera sé si Dios podrá hacer algo con el lío que he creado! ¡Tengo problemas tan grandes que no sé cómo salir de ellos y no sé nada acerca de operar en el Espíritu, en lo absoluto!”. Ninguno de nosotros sabía cómo hacerlo cuando empezamos. En el comienzo éramos como niños pequeños aprendiendo a caminar. Sin embargo, te puedo decir por experiencia que desde el primer día que desees escuchar y obedecer la voz del Espíritu Santo, tu vida comenzará a mejorar. La oscuridad que ha opacado tu visión espiritual se disipará y comenzarás a ver las cosas de Dios.
¿Por qué necesitas ver las cosas de Dios? Porque no puedes saber lo que realmente está sucediendo al enfocarte
en las cosas naturales. Verdaderamente todo lo que puedes percibir es lo que está pasando en el ámbito terrenal. Mientras estés atado a este mundo físico en tu pensamiento y en tus acciones, no podrás entrar en la provisión sobrenatural que Dios tiene disponible para ti. Aun si está disponible en abundancia, no podrás aprovecharla.
Hay más de nuestro lado que del lado de ellos Piensa en lo que le pasó a Eliseo y a su siervo en 2 Reyes 6 y entenderás lo que quiero decir. Ellos se levantaron una mañana y vieron que durante la noche habían sido rodeados por el ejército sirio.
Con las tropas enemigas, los caballos y los carruajes a su alrededor listos para atacarlos y asesinarlos, el siervo de Eliseo no podía ver en lo natural que había una manera de salir de esa situación. Lleno de pánico, exclamó: —«¡Oh señor! ¿Qué vamos a hacer ahora?» Eliseo le contestó: «¡No tengas miedo! ¡Hay más de nuestro lado que del lado de ellos!  Entonces Eliseo oró: «Oh Señor, ¡abre los ojos de este joven para que vea!». Así que el Señor abrió los ojos del joven, y cuando levantó la vista vio que la montaña alrededor de Eliseo estaba llena
de caballos y carros de fuego (2 Reyes 6:15-17, Nueva Traducción Viviente).
Nota que a pesar de que en lo natural parecía como que Eliseo y su siervo estaban solos, en realidad un ejército de ángeles y carros de fuego había sido enviado por Dios para pelear la batalla. Ellos no aparecieron solamente cuando los ojos del siervo de Eliseo se abrieron. Ellos habían estado ahí todo el tiempo, en el ámbito espiritual, esperando para acabar con el ejército sirio y hacer cualquier cosa que el hombre de Dios les dijera que debían hacer.
A pesar de que esa es una historia del Antiguo Testamento, tú como creyente del Nuevo Testamento estás es una
situación muy parecida: Tienes ángeles contigo todo el tiempo (Hebreos 1:14).
Continuamente tienes sanidad disponible para ti (1 Pedro 2:24). Tienes provisión de riquezas financieras
listas y a la espera (2 Corintios 8:9). Sin embargo, si no sabes acerca de estas cosas, no te servirán de mucho. Si
no estás escuchando a Dios sobre ellas, ni viendo las cosas desde Su perspectiva, continuarás viendo este mundo en lo natural y, para serte sincera, no tiene mucho que ofrecer. Éste no puede proveer las soluciones para cada problema, no puede sacarte de los problemas y darte la victoria. Te dejará derrotado una y otra vez.
Por esa razón el diablo trabaja sin descanso para mantenerte atado a las cosas naturales. Es la razón por la que él
está feliz cuando permites que tu vida esté tan ocupada y llena de cosas mundanas, que cuando el Espíritu Santo trata de hablarte, lo que te dice pasa de largo, sin que lo escuches. Satanás tiene que alejarte de tu comunicación con el Señor para moverse en tu vida. Él tiene que mantenerte en la carne y evitar que te conviertas en una persona espiritual, como Romanos 8:6 dice: «Porque el ocuparse de la carne es muerte, pero el ocuparse del Espíritu es vida y paz».
Cuando estás caminando en el espíritu, el diablo no puede ni siquiera manipular tus circunstancias naturales. Él no puede empujarte con problemas y presiones porque tú estás escuchando al Señor a través de Su Palabra escrita y Su voz en tu interior. Como resultado, el ámbito espiritual es más poderoso en ti que el natural. Las realidades imperceptibles de Dios para ti son más grandes de lo que tus ojos físicos pueden ver, por lo tanto, puedes caminar por medio de la fe, lo que significa que puedes vencer cada obstáculo en el ámbito natural.
Porque, como 1 Juan 5:4 dice: «Y ésta es la victoria que ha vencido al mundo: nuestra fe».
Alguien está llamando
“Pero Gloria, ¿qué pasa si no tengo la capacidad de caminar en esa clase de relación con Dios?”
¡Sí la tienes! Como creyente has nacido de nuevo para caminar y hablar con Dios. Tienes la palabra de Jesús al respecto, Él lo dijo de forma muy clara en el Nuevo Testamento:
«Mis ovejas oyen y escuchan Mi voz; y yo las conozco, y ellas me siguen” (Juan 10:27, La Biblia Amplificada, Edición Clásica).
«Pero les digo la verdad: les conviene (es bueno, ventajoso) que yo me vaya; porque si no me voy, el Consolador (consejero) no vendrá a ustedes [a tener una relación cercana con ustedes]; pero si me voy, yo se los enviaré [para tener una relación cercana con ustedes]… Pero cuando venga el Espíritu de Verdad (el Espíritu que da la Verdad), él los guiará a toda la verdad» (Juan 16:7,13, La Biblia Amplificada, Edición Clásica).
«Mira! Yo estoy a la puerta, y llamo. Si alguno oye mi voz y abre la puerta, yo entraré en su casa, y cenaré con él, y él cenará conmigo» (Apocalipsis 3:20).
¡A eso le llamo estar esquipado para escuchar al Señor!
De acuerdo con estos versículos, tú no solamente conoces y escuchas la voz de Jesús, sino que Él está llamando a la puerta de tu espíritu todo el tiempo, esperando comunicarse contigo. Como si eso no fuera suficiente, el Espíritu Santo—el cual lo conoce todo—ha llegado a vivir en tu interior para enseñarte cómo caminar con Dios en cada circunstancia de la vida y servirte como tu Consejero personal.
Creo que una de las razones por las que los pastores en estos días, con frecuencia, tienen tanta carga de consejería en sus iglesias, es porque los cristianos no están tomando tiempo para tener una relación con EL Consejero. Ellos no están prestándole atención a Su voz y siguiendo la prescripción dada en Santiago 5:13, la cual dice: “¿Alguno de ustedes está pasando por dificultades? Que ore.” (Nueva Traducción Viviente).
La Biblia no dice en ninguna parte que cuando tenemos problemas o dificultades debemos ir a hablar con 45 personas al respecto. No dice que debemos ir y recibir muchísimos consejos humanos. Nos dice que, cuando tenemos problemas, debemos entregárselos a Dios y ver lo que Él quiere decirnos acerca del asunto.
Recuerdo que hace muchos años vi en la televisión cristiana una entrevista con alguien de una iglesia muy grande. Ella dijo que, en su iglesia, cuando los miembros tenían problemas de matrimonio o cualquier otro tipo, el equipo pastoral no los recibía inmediatamente para darles una cita de consejería. Ellos les pedían que ayunaran y oraran durante 36 horas. Después, si todavía querían hablar con un pastor para recibir consejería, podían hacerlo.
Usualmente, después de que la gente ha pasado tanto tiempo estando en comunión con el Señor, no se necesita de consejería pastoral. Ellos escuchan del cielo, y no solamente saben lo que tienen que hacer, sino que se dan cuenta de que han sido energizados por Dios para hacerlo. ¡Así que, a pesar de que esta iglesia en particular tenía más de un millón de miembros, su carga de consejería era relativamente baja!
Obviamente, no estoy sugiriendo que tienes que ayunar y orar durante 36 horas cada vez que quieras escuchar al Señor. ¡En lo absoluto! Si tan solo pasas una hora al día con Él en la Palabra y oración, podrás escucharlo todo el tiempo.
¿Cómo lo escucharás?
No en el exterior, sino en el interior. No con los oídos de tu cabeza, sino con los oídos de tu corazón. Como 1 Corintios 3:16 dice: «¿No saben que ustedes son templo de Dios, y que el Espíritu de Dios habita en ustedes?». Él constantemente se comunica con tu espíritu nacido de nuevo—algunas veces a través de palabras que parecieran venir de lo más profundo de tu ser, y mucho más frecuentemente a través de “inspiraciones” (Romanos 7:6, AMPC); algo que sientes, o lo que Romanos 8:16 llama “el espíritu mismo” del Espíritu Santo.
Jamás olvidaré la primera vez que aprendí a prestarle atención a este espíritu interior de una forma consciente. Apenas estaba empezando en el ministerio. Tenía en mi calendario algunos servicios y quería con todo mi corazón escuchar al Señor y hacer en esos servicios exactamente lo que Él quisiera. Así que oré: “Señor, enséñame cómo caminar en el espíritu. Enséñame cómo ser sensible a ti y cómo responderte”.
La misma noche que oré eso por primera vez, estaba sentada al lado de mi hermano Doug en un servicio en el que Ken predicaba, cuando pensé en un versículo de las escrituras en particular. Ese versículo realmente no tenía nada que ver con el mensaje que Ken estaba predicando, pero por alguna razón lo busqué en mi Biblia y se lo mostré a Doug.
“¿Por qué me mostraste ese versículo?”, me preguntó.
No sabía por qué. Simplemente quería hacerlo. Me pareció algo muy natural hacerlo. Resultaba que hacía tan solo unos instantes el Señor le había hablado a Doug acerca de que se levantara durante el servicio y compartiera una palabra con la congregación. Él no quería hacerlo porque no le gustaba hablar desde la tarima, así que le pidió al Señor que se lo confirmara. Claramente, el versículo que le mostré contenía la confirmación exacta que necesitaba para levantarse y compartir la palabra.
Sé que eso suena bastante simple, pero Dios estaba enseñándonos esa tarde a cómo escucharlo—y también te enseñará a ti. Él nos enseñará a todos nosotros si seguimos Su programa, si nos mantenemos en comunión con él todos los días. Él nos ayudará a aprender a caminar en lo sobrenatural con tanta naturalidad, igual que los peces nadan en el agua y los pájaros vuelan en el aire.
Después, sin importar qué clase de problemas enfrentemos, podremos vencerlos con las soluciones del cielo. Como la iglesia del libro de los Hechos, podremos caminar en el temor del Señor, el consuelo del Espíritu Santo, ¡y disfrutar de todo lo que provenga de la presencia de Dios!.

Siete Maneras de Sembrar Para el Espíritu

Todo lo que sembremos para el espíritu nos dará un beneficio inmediato en nuestra vida espiritual y una recompensa eterna en los cielos. Te presento siete actividades para sembrar en el espíritu.


Actividad #1: Tiempo de Adoración: Nuestra adoración es el placer de Dios. Adorar es la principal forma de tener una comunión intima con nuestro Dios, es conectar lo más profundo de nosotros con el corazón de Dios; es expresa nuestra entrega, amor, honor y nuestra confianza al gran creador. La adoración nos abre puertas, desata la gracia para experimentar mayores milagros, y nos abre el camino a nuevos niveles de fe. Mientras adoramos vamos perfeccionando nuestro espíritu a imagen del Señor.
Actividad #2: Lectura de la biblia: Invertir nuestro tiempo en estudiar las escrituras es un pilar fundamentar para comprender todo el plan de Dios para nosotros y la humanidad. La biblia debe entenderse con el espíritu porque fue escrita para ser transmitida por el Espíritu de Dios. En ella estan todas las llaves del conocimiento que necesitamos sobre Dios y su reino.
Actividad #3: La oración: Orar es hablar con Dios; y es una expresión de una verdadera fe. La biblia nos dice que pidamos, roguemos, reclamemos y recibiremos contestación. Muchas circunstancias en nuestra vida y de quienes nos rodean serán transformadas solamente por el poder de la oración.
Actividad #4: Evangelizar: Un creyente que ha sido impactado por el amor de Jesucristo no querrá quedarse callado, pero si lo hace esta demostrando su enorme egoísmo y a su vez esta frenando el avance del reino de Dios. Si sentimos esta necesidad siempre encontraremos diversas formas de compartir el amor de Dios y el mensaje de Jesús.
Actividad #5: Ofrendar: Dar de lo que tenemos es un mandato del Señor, dar ofrendas de todo tipo demuestra el tipo de corazón que tenemos. Siempre existe una oportunidad para ofrendar en la obra de Dios, o en alguien necesitado o en todo aquel que nos propongamos. Las dádivas son una siembra que tienen cosecha eterna.
Actividad #6 Dar los diezmos: Al diezmar de nuestro dinero estamos declarando que no confiamos en el dinero, sino en Dios que nos suple todas las cosas. Esta es una de las formas más claras de comprobar nuestra obediencia y amor a Dios. Los diezmos son además un principio espiritual que resguarda la bendición en nuestras finanzas.
Actividad #7: Servir a Dios: Todos hemos recibido dones y talentos, y es nuestra responsabilidad usarlos al servicio de Dios y de los demás. Como cuerpo de Cristo somos nosotros los encargados de hacer algo que contribuya al avance del cielo en la tierra. Al ser colaboradores activos de Dios nos ponemos bajo su respaldo, bajo su bendición y nos hacemos parte de su plan eterno.

Vive CADA DÍA en el FUEGO del Espíritu Santo

En estos últimos tiempos el Señor derramará su Espíritu Santo sobre ti en una mayor medida. Visiones, Sueños y Profecía vienen sobre ti. Su presencia manifestada es un fuego de poder que trae santidad para vencer las tinieblas y el pecado.


Hechos 4:31 dice: “Cuando hubieron orado, el lugar en que estaban congregados tembló; y todos fueron llenos del Espíritu Santo, y hablaban con denuedo la palabra de Dios”.
El Espíritu Santo es Dios con nosotros, quién nos capacita, nos llena y ayuda a vencer la debilidad de la carne. Una vida plena es una vida de llenura y avivamiento en el fuego del Espíritu Santo. Para avivar este fuego debemos decidir alejarnos de todo lo que lo entristece, es nuestra la decisión de abandonar el pecado, para así buscar el poder de Dios y ser vencedores. Dios nos provee ese fuego para vivir una vida victoriosa. Jamás debemos olvidar esto: que nuestra victoria está en caminar en el fuego del Espíritu Santo.
El deseo de andar con Dios nos lleva a desechar las obras de la carne para ser más que vencedores. Renunciemos a la tibieza espiritual, a ser apáticos, indiferentes y cerrados al gran poder del Señor. Mantener la oración ferviente hace avivar los dones que el Espíritu Santo nos dio. Necesitamos avivar ese fuego cada día, poner a Dios primero, así nos guiará a las mejores decisiones y a la manifestación de su gloria.
Oremos así:
“Padre Celestial, Renuncio a todo pecado que me aleja de ti, te pido que me colmes de tu Espíritu Santo, lléname y bautizame con tu fuego de poder y santidad. Voy a vencer toda debilidad por la presencia del Espíritu Santo, en el nombre de Jesús. Amén


La Fe Que Permanece

La fe viene por el contacto con la palabra revelada de Dios, cuando Dios te abre los ojos del espíritu puedes ver una realidad espiritual, y esa realidad espiritual tiene vida, unción y fe.


“El Espíritu da vida; la carne no vale para nada. Las palabras que les he hablado son espíritu y son vida”. Juan 6:63
Cuando escuchamos una palabra de fe de alguien que tiene revelación, esa simple palabra viene cargada de unción; y hay corazones que la reciben y otros que no. Si las personas dejan su vida abierta a Dios, la recibirán. Una vez que aceptamos al Señor esa vida siempre estará disponible para que acudamos a ella, porque el Espíritu Santo mora en nosotros. Pero sucede que si la fe no es alimentada se va adormeciendo, se debilita y apaga lentamente. Por eso es necesario alimentarse cada día de la presencia y la palabra de Dios.
Debes usar la medida de fe que tengas y eso te ayudará en tus problemas. Tu tienes fe por eso escuchas esto y si quieres más fe debes seguir alimentando tu espíritu.
La Fe dice que Dios es confiable, que no miente. Hoy te desafío a que puedas usar esa fe que esta en tu interior para creer en ese Dios sobrenatural, grande y poderoso. Que actúes y camines de acuerdo a la fe.
Tus acciones y actitudes demostraran tu fe. Proponte ser una persona de Fe. Enójate con la incredulidad, con la duda y con el temor. ¡Hecha fuera el temor! Dios te ayudará en lo que sea.
El temor es la carta de presentación del diablo. Siempre que el enemigo te quiera atacar, abrirá su embestida con temor. Por eso cuando sientas temor, dile a ese temor: “Temor no te creo, no te recibo, eres mentiroso, te rechazo, En el nombre de Jesús” La verdad es seguridad, Dios es luz, es confianza, es la roca eterna sobre la cual estamos parados. ¡¡Créele a Dios No al temor!!
El miedo es una mentira, un humo, no existe. Pero si por el engaño de la incredulidad le das lugar al temor es como que le abres la puerta a lo malo y se la cierras a lo bueno.
Cuando rechazas el temor lo derrotas de inmediato, cuando no le crees, lo destruyes por completo. ¡¡Resiste al diablo y huirá!!
Cuando te quiera asaltar la preocupación recuerda que el mismo Dios que te dio vida eterna, que te perdonó, que te ayudó en muchos momentos de tu vida lo volverá a realizar. Dios permanece Fiel. Sigue Adelante. Todo lo que emprendas prosperará.

Usa Tus Espadas Desenvainadas

        Espadas Desenvainadas


El señor de los ejércitos te entrego una espada y esa espada es la palabra de Dios, La escritura sagrada del rey de reyes se transforma, cuando la usamos, en una espada espiritual reluciente, afilada; muchos creyentes tienen esa espada descuidada y olvidada.


Abre tu corazón al Señor, ríndete ante Él y reconoce su poderío y señorío, el es llamado “El Señor de los ejércitos” Cuando David derroto a Goliat le dijo “¿quién es este filisteo incircunciso, para que provoque a los escuadrones del Dios viviente? (1 Samuel 17:26 NVI) y mira que interesante lo que dijo el Señor cuando se le aparece a Josué:
En el relato de Josué 5:13-15 vemos una aparición de Jesús como el “Príncipe del ejercito de Jehová” con una espada desenvainada en su mano, listo para usarla.
El Señor Jesús es nuestro comandante, general y príncipe, es un líder de guerra, de ejércitos y escuadrones, el rey de reyes, nuestra máxima autoridad y nosotros somos sus soldados victoriosos. Desenvaina esa espada que te fue entregada, es tuya, es para que la uses con poder, con el poder de su Espíritu. El Señor capacita a su ejército con toda su armadura, Por un lado nos da el escudo para resistir, pero también quiere que uses la espada para ser ofensivo, para avanzar, para cortar, destruir y derribar toda obra de maldad y toda oposición.
Esta espada espiritual tiene el objetivo de destruir el mal en nuestras vidas y en las naciones. Tienen la capacidad de liberarnos de la cautividad, de romper cadenas de amargura, tristeza, pobreza y enfermedad.
En Isaías 49:2 dice: “”Hizo de mi boca una espada afilada, y me escondió en la sombra de su mano; me convirtió en una flecha pulida”
Esto significa que la espada se ejecuta con palabras de fe, autoridad y firmeza, la palabra de Dios toma muchas formas, algunas veces es agua para nuestra sed, otras veces es aceite para nuestra sanidad, también se transforma en sabiduría y consejo, pero en ocasiones esta palabra es una espada para la guerra, para ser ofensivos y avanzar en la batalla. Dios quiere que sus hijos avancen, pero no pueden hacerlo a menos que sean diestros con la espada, porque estamos en batalla contra el maldad, el mundo y el enemigo. Es hora de levantarse a guerrear, es hora de usar la espada desenvainada.
Di conmigo: “Hoy me levanto en el poder del Espíritu y desenvaino mi espada que es la palabra de Dios, la tomo en mi mano y comienzo a cortar todo lo que me aflige, a cancelar todas mis dificultades, me vuelvo en contra de toda oscuridad y dificultad porque soy más que vencedor, mayor es el que está conmigo y más son los que están de mi lado. Todo lo puedo en Cristo que me fortalece” Amén.

El Éxito Personal y la Familia

A todos nos gusta tener éxito en lo que hacemos, pero: ¿Qué es el éxito para ti? Un empresario podría decir: “Amentar las ventas cada año”, un pastor: “Tener la iglesia más grande”, un músico: “Grabar muchos discos y ser famoso”, un escritor tal vez diga: “Escribir decenas de Best Sellers”, un empleado: “Ascender en mi trabajo”.


Pero para quienes son padres de familia ninguno de estos éxitos lo sería, si no lo es de las puertas para adentro del hogar. ¿Que éxito podría tener un hombre si logra ciertos objetivos pero deja a su propia familia para lo último, en las sobras de su tiempo?. Pregúntate: ¿Tener mucho dinero, pero un matrimonio infeliz es verdadero éxito?. Alguien puede llegar a ser famoso, pero si no hizo feliz a sus hijos, si solo los trató como una especie de obligación, su fama es una farsa. Una mujer puede llegar a realizar grandes proezas, pero si ese supuesto éxito la lleva más lejos de las personas que más la necesitan, entonces es un gran fracaso. Tener el amor, la comunión y el respeto de aquellos más cercanos a ti es el mayor de los éxitos, lo demás viene por añadidura.
Poner a Dios en primer lugar en tu corazón nunca significo dejar de lado a tu familia. La familia es la institución más sagrada para Dios y la puso bajo nuestra responsabilidad para que la cuidemos. Él cuida de la iglesia, y a nosotros nos entrego el ocuparnos de nuestra familia, que es la base de la iglesia. La raíz del descuido en la familia no es ni más ni menos que egoísmo. Nunca subas la escalera del éxito pisando sobre tu familia.
Sin duda Dios nos creo para cumplir los sueños personales y hacer grandes cosas, pero eso no significa descuidar la responsabilidad que puso a nuestro cargo con la familia.
Si quieres ser un buen creyente entonces sigue el consejo de 1 Timoteo 5:8 “Pues quien no se preocupa de los suyos, y sobre todo de los de su propia familia, ha negado la fe y es peor que los que no creen. Otras versiones dicen: “El que no provee para los de su casa, es peor que un incrédulo” y no se refiere a proveer dinero solamente, sino además, proveer amor, tiempo, apoyo, comprensión, felicidad, atención y esmero en darles lo mejor en todo sentido. Todos nos quieren imponer mandatos para que cumplamos sus deseos, pero no permitas que ninguna actividad haga resignar el valor que tiene tu familia porque daremos cuanta a Dios por ello. Si logras la felicidad en tu familia, será la base que te habilitará a tener verdaderos éxitos en cualquier otra cosa que hagas. Si en verdad amas a Dios sobre todas las cosas entonces amarás a tu prójimo como a ti mismo, y tus “prójimos mas prójimos” son tu familia. Comienza a dedicar un tiempo exclusivo a ellos para tener todo tipo de experiencias juntos, esto será inolvidable para todos. ¿Significa esto que debo descuidar todo lo demás? No, significa que la familia es una prioridad y así como dedicas tiempo a todo lo demás, debes dedicárselo igual a ella.
Cuando lleguemos al final de nuestros días seguramente nos sentiríamos muy satisfechos si dejamos un precioso legado de vida a nuestros hijos y a todos aquellos que nos conocieron.

Llegar a Ser Conforme Al Corazón De Dios

      La Meta de Ser Conforme al                   Corazón de Dios



 Lo que Dios le dijo al Rey David es lo que le quiere decir a todos sus hijos: 
(…) He encontrado en David, hijo de Isaí, a un hombre conforme a mi propio corazón; él hará todo lo que yo quiero que haga”. Hechos 13:22
La prioridad absoluta para David era su relación con el Señor. El siguiente Salmo no muestra como era el corazón de David:
“Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón; pruébame y conoce los pensamientos que me inquietan. Señálame cualquier cosa en mí que te ofenda y guíame por el camino de la vida eterna”. Salmos 139:23-24 (NTV)

La Biblia le asigna un gran valor al corazón.  No nos referimos en este caso al corazón como al músculo cardíaco que bombea sangre, sino a la actitud interna que nos refleja desde lo más profundo. Corazón, en este sentido, como el centro del ser.

Muchas personas tienen una relación mental (emocional) con Dios. Conocen las Escrituras, la doctrina, e incluso son arduos defensores del evangelio, pero solo están convencidos.

Cuando eres convencido, corres el riesgo que llegue otra cosa y conquiste tu corazón.

A veces, por desilusiones en la fe, pierdes el corazón para con Dios, y Él se fija en los corazones.
Ante Dios, debes ser íntegro, con motivaciones puras, porque Él bendice las correctas motivaciones del corazón.
David fue elegido por Dios por su corazón, de quien se dice que su corazón era conforme al de Dios.

1 Samuel 16:7 “Y Jehová respondió a Samuel: No mires a su parecer, ni a lo grande de su estatura, porque yo lo desecho; porque Jehová no mira lo que mira el hombre; pues el hombre mira lo que está delante de sus ojos, pero Jehová mira el corazón.”

En la historia bíblica, Samuel debe escoger a un nuevo rey porque Saúl había perdido su integridad.

1 Samuel 13:14 “Mas ahora tu reino no será duradero. Jehová se ha buscado un varón conforme a su corazón, al cual Jehová ha designado para que sea príncipe sobre su pueblo, por cuanto tú no has guardado lo que Jehová te mandó.”

1 Reyes 11:4 Y cuando Salomón era ya viejo, sus mujeres inclinaron su corazón tras dioses ajenos, y su corazón no era perfecto con Jehová su Dios, como el corazón de su padre David.”
Hechos 13:22 “Quitado éste, le levantó por rey a David, de quien dio también testimonio diciendo: He hallado a David hijo de Isaí, varón conforme a mi corazón, quien hará todo lo que yo quiero.

En la Biblia, el parámetro de un corazón perfecto, es el de David.
¿Qué vio Dios en David para semejante elogio? Características de David:

1- Humildad:

1 Samuel 17:28 “Y oyéndole hablar Eliab su hermano mayor con aquellos hombres, se encendió en ira contra David y dijo: ¿Para qué has descendido acá? ¿Y a quién has dejado aquellas pocas ovejas en el desierto? Yo conozco tu soberbia y la malicia de tu corazón, que para ver la batalla has venido.”
A pesar de que David había sido ungido como rey, siguió con la misma tarea que tenía. Mantuvo su actitud humilde.

1 Samuel 18:23 “Los criados de Saúl hablaron estas palabras a los oídos de David. Y David dijo: ¿Os parece a vosotros que es poco ser yerno del rey, siendo yo un hombre pobre y de ninguna estima?”

Sigue en humildad hasta el día en que Dios determine que seas el rey definitivamente, porque hay un proceso entre ser ungido y ser rey efectivamente.
Permite que Dios sea Dios en tu vida. Espera Su tiempo y no pierdas las oportunidades a causa de la soberbia.

2- Sujeto a la autoridad: más allá de justicias o injusticias, David se sometió.
1 Samuel 18:11 “Y arrojó Saúl la lanza, diciendo: Enclavaré a David a la pared. Pero David lo evadió dos veces.”

1 Samuel 19:11 “Saúl envió luego mensajeros a casa de David para que lo vigilasen, y lo matasen a la mañana. Más Mical su mujer avisó a David, diciendo: Si no salvas tu vida esta noche, mañana serás muerto.”

Saúl le dio lugar a la envidia y se volvió loco. La envidia es perjudicial.
Pero David fue leal a pesar de todo, y aunque tuvo la oportunidad de armar una revolución o matar a Saúl, no lo hizo.

El Amor Cubre Las Faltas Y Perdona a La Vez

       El Amor Cubre y Perdona


y ante todo, tened entre vosotros ferviente amor, porque el amor cubrirá multitud de pecados” (1 Pedro 4:8)
El amor es la cualidad distintiva de un hijo de Dios. Sin amor nada somos. El Espíritu Santo imparte y llena nuestros corazones del amor de Dios para que nosotros podamos manifestarlo y compartirlo con nuestros semejantes.

Una señora estaba feliz, pues después de años de espera y privaciones, estaba llegando al fin de la construcción de su casa. Todo era como ella lo había planeado y soñado. De pronto vio que el piso de la sala estaba ligeramente áspero y desparejo. Se puso furiosa, su esposo no podía calmarla. Al entrar el constructor le dijo “mire, esto esta defectuoso, me arruino todo” el la miro con calma y le dijo, “no se preocupe, las alfombras y revestimientos cubren todas las imperfecciones”. A través de los años este hombre adquirió la experiencia necesaria para comprender que hay formas y métodos para “cubrir” las imperfecciones y asperezas.
Así es el amor, el verdadero amor cubre y pasa por alto los errores e imperfecciones de los demás.
Esto no quiere decir que los niega, ignora o aprueba, simplemente ha aprendido a comprender y cubrir mientras continúa amando. El amor no señala, el amor abraza. No mira solo los errores, se enfoca en las cualidades y virtudes de los demás. Si… el amor cubre y perdona. Así es esta maravillosa gracia. Dios con su amor cubrió nuestros pecados con la sangre de su hijo y nos perdonó, nosotros también debemos cubrir, amar y perdonar.
El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece; no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor; no se goza de la injusticia, más se goza de la verdad. Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. El amor nunca deja de ser… (1 Corintios 13.4-8)
Padre celestial, gracias por cubrir mis pecados y perdonarlos. Lléname de tu amor. Quiero enfocarme en las virtudes y no en los errores de los que me rodean. Espíritu Santo recibo tu llenura, para amar y seguir amando, en el nombre de Jesús, amen.

Serás Vencedor una Vez Más.

Entonces Jesús le dijo: Vete, Satanás, porque escrito está: Al Señor tu Dios adorarás, y a él sólo servirás. 11 El diablo entonces le dejó; y he aquí vinieron ángeles y le servían.” Mateo 4:10-11
“Padre, si quieres, pasa de mí esta copa; pero no se haga mi voluntad, sino la tuya. Y se le apareció un ángel del cielo para fortalecerle. 44 Y estando en agonía, oraba más intensamente; y era su sudor como grandes gotas de sangre que caían hasta la tierra.” Lucas 22:42-44
Estas dos porciones bíblicas representan dos momentos históricos de la vida de nuestro Señor Jesucristo, en donde sucedieron cosas similares. Mateo 4:10-11 hace referencia al momento en que Jesús es tentado en el desierto después de ser bautizado, al principio de su ministerio. En Lucas 22:42-44, vemos la oración de Jesús en agonía antes de ser entregado para ser crucificado, ya al final de su ministerio. En ambas ocasiones, lo que se ve es la batalla más grande que cualquier persona puede enfrentar en su vida, la batalla de la mente, el desafío de los pensamientos. Cuando intentas hacer lo que fuiste llamado a hacer y los pensamientos no te dejan, cuando no quieres rendirte, pero tus pensamientos te inclinan a abandonarlo todo, estás experimentando la batalla, el desafío de tus pensamientos.
Es interesante que en estos dos momentos de la vida de Jesús se vean ángeles que vienen a ministrarle en su lucha. En Mateo 4, los ángeles aparecen al final de la lucha, donde venció firmemente. Aquí la tentación no comienza sino hasta que Jesús comienza a tener hambre; el enemigo aprovecha la oportunidad de la necesidad para tentarle. Jesús acaba de ser bautizado y aprobado por Dios para comenzar su ministerio, por lo que se encuentra fortalecido para contestar a cada tentación con un “escrito está”. Resiste al diablo, este desaparece y luego llegan los ángeles a ministrarle. Aunque logra vencer, el hecho de que aparezcan los ángeles a ministrarle demuestra que fue una batalla difícil, que había un desgaste mental y emocional en ese momento.
En Lucas 22, el ángel aparece en medio de la oración de Jesús para fortalecerlo porque se ve contemplando la oportunidad de salir de la situación que tendría que atravesar próximamente. En esta ocasión, Jesús no se muestra tan fuerte como la primera vez, en medio de esta batalla. Al rechazar la oferta que le hizo el enemigo en el desierto, al momento que le tentó ofreciéndole los reinos de la tierra si le adoraba, Jesús estaba escogiendo pasar por la cruz. Jesús escogió terminar la carrera, escogió ganar el poder sobre todo reino, pasando por el sacrificio de la cruz. Ahora comienza a arrepentirse y el ángel llega a fortalecerlo para terminar su agonía mental.
Tal vez, en algún momento, tú hayas experimentado un desgaste mental y emocional, y cuando necesitas que aparezcan ángeles aparecen todos los diablos de la vida. Cuando necesitas a alguien que te dé un estímulo, que te bendiga, que te diga “sigue hacia adelante”, llega alguien que te mira y te dice “tú te ves mal”. En vez de recibir la fortaleza que tanto necesitas, recibes todo lo contrario.
¿Por qué solo llega gente que te desanima a tu vida? Solo llega gente que te desanima porque han visto que te has rendido, y no vienen a apoyarte. Cuando decides batallar, te darás cuenta que siempre va a haber alguien que Dios pone en el camino que te va a decir: Tú puedes. Siempre habrá alguien que te dirá “continúa con la decisión”, alguien que te va a dar un segundo aire, que te va a impulsar.
Tal vez, hoy, te encuentras como Jesús en su primera batalla mental, confiado y venciendo, pero estás desgastado. Lo que necesitas hacer ahora es cobrar ánimo porque, después de vencer mentalmente, puedes vencer al mundo, ahora es que puedes ir a hacer los milagros. Ahora que has vencido mentalmente al enemigo en el desierto, puedes ir y ejercer autoridad. No es tiempo de estar cansado, de estar buscando alternativas; aunque estás a punto de rendirte, tú sabes que no hay de otra: Pasas por esta o la pasas, lo haces o lo haces.
Recobra ánimo, recobra fuerzas; en este momento el Señor envía ángeles, gente que ministrara a tu vida. La agonía de tu mente termina hoy; saldrás victorioso, como la primera vez. Los ángeles de Dios te fortalecen, hoy, para que hagas, para que termines la obra que Dios ha dicho que tienes que hacer, y puedas completar tu misión.

No te Pierdas el Plan de Dios Para tu Vida

Si tu eres de algún modo como yo, de seguro deseas impactar con tu vida – pero ¿te has dado cuenta que los planes de Dios van más allá de tu tiempo en la tierra? Cuando Dios te llamó, El no solo te tuvo a ti en su mente, sino también a las futuras generaciones a las que tu influirías. Vemos esta realidad claramente en la vida de Abraham.
¿Por qué crees que Dios escogió a Abraham para ser el padre de Su pueblo escogido? Donde quiere que hago esta pregunta, la respuesta más común es, “Porque El tenía mucha fe” Aunque la fe es esencial para que se realice la voluntad de Dios, no es la razón por la que Abraham fue escogido. Dios escogió a Abraham porque El sabía que él enseñaría a su descendencia a seguir al Señor:
Yo lo he elegido para que instruya a sus hijos y a su familia, a fin de que se mantengan en el camino del Señor y pongan en práctica lo que es justo y recto. Así el Señor cumplirá lo que le ha prometido (Génesis 18:19)
Cuando Dios escogió a este nómada sin hijos, El vio más allá de Abraham y vio su linaje. Fue crucial para Dios que Abraham “ordenara a sus hijos a mantenerse en los caminos del Señor” porque Dios quiso tejer Su historia de redención con la línea familiar de Abraham. El sabía que Abraham y Sarah cometerían errores, pero también sabía que estaban hechos de una buena materia prima. Donde quiera que Dios establece un pacto con nosotros, El siempre está pensando en generaciones porque El ya ha visitado el mañana y sabe qué necesita que pase hoy para llevarnos allá.
El pacto que Dios hizo con Abraham se extendió hasta alcanzar nuestras vidas también. A través de la fe, Abraham fue transformado de un hombre sin hijos a uno con una descendencia más numerosa que las estrellas. El hombre que fue un errante sin nación se convirtió en el padre de naciones.
“…Es un hecho que Abraham se convertirá en una nación grande y poderosa, y en él serán bendecidas todas las naciones de la tierra…” (Génesis 18:18)
Tu historia se verá diferente a la de Abraham, pero el principio es el mismo. Dios está buscando gente que intencionalmente permita que su pacto se propague a través de ellos. Tu historia es a cerca de mucho más que solo tu. Es acerca de las generaciones que vienen después de ti.
Solo el cielo revelará el impacto completo del pacto de Dios expresado a través de tu relación con El. El desea alcanzar cada vida que pasa a través de la tuya (tu legado) y cada vida que cae en tu terreno de influencia. Esto significa que tienes que abrazar una visión que se extienda más allá de ti y que no esté limitada por tu entendimiento. Busca al Señor y su voluntad para tu vida, sabiendo que su intención en tu historia siempre incluirá las generaciones que vienen después de ti.

La Luz de Dios Aumenta Sobre Ti Hasta Darte Plenitud

Con Cristo tu vida brillará cada vez más, así como la luz del amanecer comenzó con tu nuevo nacimiento, así irás creciendo en luz y gloria de Dios, hasta que tengas plenitud en cada área de tu vida.


En proverbios 4:18 dice: “El camino de los justos es como la primera luz del amanecer, que brilla cada vez más hasta que el día alcanza todo su esplendor”.
Cuando conocemos al Señor y recibimos la salvación, la luz de Dios comienza a iluminarnos para que andemos con su vida y paz. El principio del caminar en Cristo es como un amanecer, que da inicio a una nueva vida, y esa vida va en un incremento de luz a medida que avanzamos madurando en la fe y en la comunión con Dios. Por eso, nuestra actitud y expectativa siempre debe ser de bien y no de mal, de salud, prosperidad, mejora y avance, en todas las áreas de nuestra vida. Cada vez que nos enfocamos en lo que viene, debemos saber que la mano de Dios estará con nosotros siempre. Lo mejor viene para los que practican la justicia de Dios, que es la obediencia y las buenas acciones. Esta es la verdad de la palabra de Dios que debes creer, seguir y esperar. El que pide recibe, el que busca halla y al que llama se le abre. Las promesas de Dios son luz de vida, salud y abundancia que debemos esperar y recibir. Nuestra actitud siempre debe ser de esperar lo mejor, de esperar milagros, cambios positivos y progreso en cada cosa que necesitamos.
Hagamos juntos esta oración:

“Padre Celestial, me enfoco hoy en tus promesas, tu palabra es la verdad que guía mi vida y la de mi familia. Creo que lo mejor viene para mi: restauración, salud, alegría, sanidad y provisión, lo recibo en el nombre de Jesús. Amén”

Trae a tu Ambiente Ríos de Paz y Bendición

“El que perdona la ofensa cultiva el amor; El que insiste en la ofensa divide a los amigos”. (Proverbios 17.9)


Cuando un grupo de amigos, una pareja, una familia, o una comunidad practican la reconciliación y el perdón en su trato diario, corrientes de bendición fluyen trayendo a ese ambiente paz, gozo, y seguridad. Los que tienen la posibilidad de habitar aquí, disfrutan de un verdadero paraíso.
Por el contrario, las personas que guardan rencor odio y amargura hacia los demás, que solo están pensando en el daño recibido y en el modo de vengarse, crean a su alrededor un contexto oscuro y hostil, junto a ellos se respira y se cierne un ambiente infernal.
Es difícil reconciliarse con alguien que nos ha humillado y ofendido injustamente. O apaciguar nuestros ánimos con aquel que ha arruinado nuestra reputación o ha lastimado a nuestra familia. A veces es tanta la opresión y dolor que sentimos que no podemos dormir por la noche pensando en el ofensor y en el daño que nos ha hecho. Jesús es misericordioso y entiende lo que es ser tratado injustamente, traicionado y olvidado.
Si, nadie comprende esto más que Jesús, es por ello que él se identifica con nuestras debilidades. Si acudimos a él, nos proporcionara la ayuda necesaria para cada situación. “Pues en cuanto él mismo padeció siendo tentado, es poderoso para socorrer a los que son tentados” (Hebreos 2.18)
Solo Jesús te capacita y te brinda el poder para perdonar. Si has sido lastimado, perdona, y como nos enseña el pasaje de hoy, no insistas en la ofensa. No tiene sentido encadenar tu felicidad, por una situación presente o del pasado. Tú puedes traer a tu ambiente ríos de paz y bendición si solo decides amar y perdonar. Encomienda la injusticia, el maltrato o la ofensa al Señor. Deja que el haga justicia.
Cultiva en tu entorno la paz y el amor que solo se disfruta a través del perdón. Oremos así: Padre celestial, sé que la faltad de perdón es un pecado que me separa de mis semejantes y también de ti. Quiero ser libre del rencor. Por eso recibo de ti el poder para perdonar a quienes me han hecho mal. Bendícelos Señor, y glorifícate en mi vida, trayendo a mi vida y mi entorno ríos de paz, armonía y bendición. Lo pido en el nombre de Jesús… amen.

Reflexión del día.

¿Quieres seguir siendo conejo, o estas dispuesto a ser una tortuga?


Dios resiste a los soberbios, y da gracias a los humildes” (Santiago 4:6)

Hay una antigua fábula que relata: un conejo desafió a los animales del bosque a correr una carrera, y la tortuga aceptó el desafío, todos se burlaron de tremenda osadía, ¿como se animaba a competir una tortuga, con la velocidad del conejo?
El conejo pensó que era una buena oportunidad para demostrar sus habilidades y avergonzar a su desafiante.
Todos los animales del bosque estaban reunidos para el evento, ambos se pusieron en la línea de largada y la competencia comenzó, el conejo por supuesto, con muchísima ventaja se adelantó varios kilometros, y luego regresó y dio unas vueltas alrededor de la tortuga burlándose de su lentitud, volvió a adelantarse y regresó e hizo lo mismo, todos los animales del bosque se reían de la situación.
Así, unos metros antes de la meta, se echó a dormir una siesta bajo la sombra de un árbol, estaba algo aburrido y era tan grande la ventaja que tenía sobre su oponente, que tenía tiempo de sobra.

En la obra de Dios aparecen muchos “conejos” creídos de sus capacidades, confiados en si mismos, parecen que pertenecen a una “casta elegida y especial”, son como “seres señalados, únicos”, ninguna tortuga se les puede comparar, y si se comparan es para avergonzarle de sus “limitaciones” y demostrar cuanta ventaja tienen.La tortuga avanzaba a paso lento, pero segura, despacio y firme fue recorriendo la distancia, metro a metro, al cabo de unas horas pasaba junto al conejo dormido y cruzaba la meta consagrándose como ganadora.
Me los imagino mostrando sus patas musculosas, sus grandes orejas, su cuerpo aerodinámico, preparado para la competencia, “nacido para ganar”, “elegido para campeón”, ¿Que diferencia con la silenciosa y lenta tortuga?
¿No resultará así con muchos “conejos” y “tortugas”?
La humildad no pasa por la vestimenta, ni por tener o no tener dinero, tampoco pasa por decirme humilde, o mostrarme humilde, la humildad es una disposición de corazón, es una actitud en la vida, y cada vez que nos creemos “conejos” debiéramos recordar el texto del sub-título : “Dios resiste a los soberbios” “Y da gracia a los humildes”