sábado, 23 de septiembre de 2017
3 Cosas Que Siempre Agradan a Dios
1 Corintios 10:5 nos dice: “Pero de los más de ellos no se agradó Dios; por lo cual quedaron postrados en el desierto”.
Aunque si bien sabemos que Dios es inmensamente grande para nosotros, es también verdad que el tiene una personalidad que se asemeja a la nuestra. La Biblia dice que el se enoja, ama, perdona, se duele y se agrada, entre otras cosas. Esto es realmente maravilloso, cuando descubrimos que el Señor es así, nos da gusto poder hablarle, compartirle, contar con Él y expresarle lo que hay en nosotros de una forma libre de toda estructura religiosa.
De hecho una de las cosas más engañosas, es creer que no le interesamos a Dios, ciertas filosofías y religiones de los hombres promueven esta escuela de pensamiento, ellos enseñan que Dios no es una persona, sino una “Gran fuerza” o “una energía del universo”, pero la trampa es hacerlo a Dios impersonal, indiferente y distante. Las fuerzas de maldad quieren romper el concepto de un Dios amoroso y personal.
Dice en génesis que Dios llamo a Abraham su amigo, y Jesús dijo a sus discípulos que podían ser sus amigos en el evangelio de San Juan. La relación de amigos es de confianza e intimidad. Lamentablemente las falsas religiones nos mostraron a un Dios que esta interesado caprichosamente en vernos cumplir ciertas normas y reglamentos inventados por ellos mismos. Pero nada puede distar más de la verdad.
Hay 3 claves principales que agradan a Dios:
1. Dios ve el corazón. El corazón es primordial para el Señor, Dios no valora las acciones externas, sino las internas. Todo lo que hagamos debe ir acompañado de una sincera y pura expresión de nuestro corazón.
2. Tomar en serio su palabra con fe: Hebreos 11:6 tiene que ser nuestra guía en esto “SIN FE ES IMPOSIBLE AGRADAR A DIOS” creer en su palabra es fundamental, tomarla en serio, con la reverencia que sus enseñanzas se merecen. No creer es como decir que Dios es mentiroso. Si nunca nos arriesgamos a nada, si no tenemos valentía, y no emprendemos cosas nuevas, en verdad somos incrédulos.
3. Ser agradecidos: Ser agradecidos con Dios es reconocer que de Él proceden todas las cosas buenas de la vida, y que fue más bondadoso con nosotros de lo que merecíamos. Ser agradecidos es la voluntad de Dios, es una actitud preciosa ante sus ojos. Acepta con agradecimiento lo que hoy te toca vivir, las cosas que tienes y todo lo que hayas recibido. El agradecimiento hace que tengas mayor gracia en tu vida y nuevas puertas se abran.
Tu Dios, a quién Sirves Te Rescatará y Levantará
Muchos que ven cómo buscas y obedeces a Dios, también van a ver cómo el Señor te ayuda, te libera y te recompensa ante desafíos que tengas que enfrentar. Así como el Señor estuvo para librar al profeta Daniel, estará contigo.
Daniel 6:16 dice: “Entonces el rey mandó, y trajeron a Daniel, y le echaron en el foso de los leones. Y el rey dijo a Daniel: El Dios tuyo, a quien tú continuamente sirves, él te libre”.
Daniel se estaba ganando el favor del Rey, pero sus compañeros que trabajaban para el reino de Darío, se unieron para desacreditarlo buscando de qué acusarlo. No encontraban nada, excepto algo relacionado con su fe y devoción a Dios, entonces acordaron hacer una ley que solo se podía adorar al Rey como si fuera una divinidad, quién hiciera lo contrario, sería condenado. Daniel siguió buscando a Dios y estos funcionarios lo acusaron ante el rey, y aunque el rey quiso salvarlo, no pudo, ya que era una ley irrevocable. Fue condenado al foso de los leones y el rey le dijo: “Tu Dios a quien tú continuamente sirves ¡Él te libre!”.
No solo que Dios lo salvó, sino que luego todo el reino debió honrar al Dios de Daniel por orden del rey. Daniel servía continuamente a Dios y el Señor no lo abandonó. Ante situaciones donde eres acusado o te sientes encerrado y parece no haber salida, el Señor enviará sus ángeles, te ayudará y saldrá en tu defensa para honrar tu fe y tu servicio. Dios a quien tú continuamente sirves, te ayudará con su mano poderosa.
Oremos así:
“Padre, confío, espero y te sirvo con fidelidad, porque se que me vas a librar de toda trampa y acusación injustas que me quieran hacer. Tu me das protección y libertad aunque me quieran hacer daño, lo creo y recibo en el nombre de Jesús. Amén”
Escuchando Del Cielo
Podemos disfrutar de la victoria sobrenatural aun mientras vivimos en un cuerpo natural. Podemos triunfar sobre los problemas, aunque el mundo a nuestro alrededor esté en confusión. En otras palabras, podemos experimentar lo que los creyentes experimentaron en los comienzos de la Iglesia. Como Hechos 9:31 lo dice: «[ellos]…vivían en paz y [las iglesias] eran edificadas en el temor del Señor, y su número iba en aumento por la fuerza del Espíritu Santo».
Esa es una manera maravillosa de vivir y es así como Dios quiere que vivan todos Sus hijos. Él quiere que cada uno de nosotros—sin importar las circunstancias o dónde vivamos—seamos edificados, animados, dirigidos y empoderados por el Espíritu Santo. Él quiere que nos multipliquemos de todas las formas y al mismo tiempo disfrutemos del descanso y la paz, que provienen de la presencia del Señor.
A pesar de que esa es la voluntad de Dios para todos nosotros, esa clase de vida no llegará a nosotros de la misma
manera que una manzana se cae de un árbol. Nosotros debemos buscarla con insistencia y recibirla. Como Hebreos 4:11
dice: «hagamos todo lo posible por entrar en ese descanso» (NTV).
manera que una manzana se cae de un árbol. Nosotros debemos buscarla con insistencia y recibirla. Como Hebreos 4:11
dice: «hagamos todo lo posible por entrar en ese descanso» (NTV).
Específicamente, ¿qué involucra el hacer todo lo posible para entrar en el descanso de Dios? Con certeza no se trata de luchar para encontrar el camino por medio de nuestros esfuerzos humanos. Jesús—a través de Su vida, muerte y resurrección— ya obtuvo todo lo que se debe hacer.
En Él ya has sido: “bendecido con toda bendición espiritual en los lugares celestiales» (Efesios 1:3). Así que cuando se trata de hacer todo lo posible, ¡Jesús ya ha hecho la parte difícil del trabajo! Tu parte es la más fácil. Tan solo requiere que hagas un esfuerzo en relacionarte con Dios. Requiere que pases tiempo compartiendo con Él en la Palabra y en oración, aprendiendo a caminar en el espíritu y a escuchar Su voz.
Sin embargo, es triste decirlo, muchos cristianos jamás aprenden a hacerlo. Como resultado, les es difícil vivir la vida cristiana. Ellos tratan de hacerlo en el ámbito de la mente, en vez de hacerlo en el ámbito del espíritu. Ellos tratan de hacerlo utilizando su propia fuerza de voluntad natural para mantener un conjunto de reglas religiosas.
Eso no es solamente difícil, ¡sino que es imposible! No puedes vivir bien en este mundo perverso tan solo siguiendo una lista mental de lo que se debe y no se debe hacer. No puedes vencer las tendencias de tu carne en lo natural tan solo dependiendo del poder de tu carne. Cuando todo el mundo a tu alrededor opera con la mentalidad de: si yo no cuido de mí, ¿quién lo hará?, no podrás caminar en amor con éxito en tu fortaleza humana.
No funciona de esa manera. ¡No puedes hacerlo! La única manera de vivir como Dios dice en la Biblia que debemos hacerlo, es manteniendo una unión y comunión con Él. Debes entrar en el ámbito espiritual y permitir que Él te supla de energía. «Porque Dios es el que produce en ustedes lo mismo el querer como el hacer, por su buena voluntad» (Filipenses 2:13).
“Pero Gloria”, podrías decir, “¡Ni siquiera sé si Dios podrá hacer algo con el lío que he creado! ¡Tengo problemas tan grandes que no sé cómo salir de ellos y no sé nada acerca de operar en el Espíritu, en lo absoluto!”. Ninguno de nosotros sabía cómo hacerlo cuando empezamos. En el comienzo éramos como niños pequeños aprendiendo a caminar. Sin embargo, te puedo decir por experiencia que desde el primer día que desees escuchar y obedecer la voz del Espíritu Santo, tu vida comenzará a mejorar. La oscuridad que ha opacado tu visión espiritual se disipará y comenzarás a ver las cosas de Dios.
¿Por qué necesitas ver las cosas de Dios? Porque no puedes saber lo que realmente está sucediendo al enfocarte
en las cosas naturales. Verdaderamente todo lo que puedes percibir es lo que está pasando en el ámbito terrenal. Mientras estés atado a este mundo físico en tu pensamiento y en tus acciones, no podrás entrar en la provisión sobrenatural que Dios tiene disponible para ti. Aun si está disponible en abundancia, no podrás aprovecharla.
Hay más de nuestro lado que del lado de ellos Piensa en lo que le pasó a Eliseo y a su siervo en 2 Reyes 6 y entenderás lo que quiero decir. Ellos se levantaron una mañana y vieron que durante la noche habían sido rodeados por el ejército sirio.
en las cosas naturales. Verdaderamente todo lo que puedes percibir es lo que está pasando en el ámbito terrenal. Mientras estés atado a este mundo físico en tu pensamiento y en tus acciones, no podrás entrar en la provisión sobrenatural que Dios tiene disponible para ti. Aun si está disponible en abundancia, no podrás aprovecharla.
Hay más de nuestro lado que del lado de ellos Piensa en lo que le pasó a Eliseo y a su siervo en 2 Reyes 6 y entenderás lo que quiero decir. Ellos se levantaron una mañana y vieron que durante la noche habían sido rodeados por el ejército sirio.
Con las tropas enemigas, los caballos y los carruajes a su alrededor listos para atacarlos y asesinarlos, el siervo de Eliseo no podía ver en lo natural que había una manera de salir de esa situación. Lleno de pánico, exclamó: —«¡Oh señor! ¿Qué vamos a hacer ahora?» Eliseo le contestó: «¡No tengas miedo! ¡Hay más de nuestro lado que del lado de ellos! Entonces Eliseo oró: «Oh Señor, ¡abre los ojos de este joven para que vea!». Así que el Señor abrió los ojos del joven, y cuando levantó la vista vio que la montaña alrededor de Eliseo estaba llena
de caballos y carros de fuego (2 Reyes 6:15-17, Nueva Traducción Viviente).
de caballos y carros de fuego (2 Reyes 6:15-17, Nueva Traducción Viviente).
Nota que a pesar de que en lo natural parecía como que Eliseo y su siervo estaban solos, en realidad un ejército de ángeles y carros de fuego había sido enviado por Dios para pelear la batalla. Ellos no aparecieron solamente cuando los ojos del siervo de Eliseo se abrieron. Ellos habían estado ahí todo el tiempo, en el ámbito espiritual, esperando para acabar con el ejército sirio y hacer cualquier cosa que el hombre de Dios les dijera que debían hacer.
A pesar de que esa es una historia del Antiguo Testamento, tú como creyente del Nuevo Testamento estás es una
situación muy parecida: Tienes ángeles contigo todo el tiempo (Hebreos 1:14).
situación muy parecida: Tienes ángeles contigo todo el tiempo (Hebreos 1:14).
Continuamente tienes sanidad disponible para ti (1 Pedro 2:24). Tienes provisión de riquezas financieras
listas y a la espera (2 Corintios 8:9). Sin embargo, si no sabes acerca de estas cosas, no te servirán de mucho. Si
no estás escuchando a Dios sobre ellas, ni viendo las cosas desde Su perspectiva, continuarás viendo este mundo en lo natural y, para serte sincera, no tiene mucho que ofrecer. Éste no puede proveer las soluciones para cada problema, no puede sacarte de los problemas y darte la victoria. Te dejará derrotado una y otra vez.
listas y a la espera (2 Corintios 8:9). Sin embargo, si no sabes acerca de estas cosas, no te servirán de mucho. Si
no estás escuchando a Dios sobre ellas, ni viendo las cosas desde Su perspectiva, continuarás viendo este mundo en lo natural y, para serte sincera, no tiene mucho que ofrecer. Éste no puede proveer las soluciones para cada problema, no puede sacarte de los problemas y darte la victoria. Te dejará derrotado una y otra vez.
Por esa razón el diablo trabaja sin descanso para mantenerte atado a las cosas naturales. Es la razón por la que él
está feliz cuando permites que tu vida esté tan ocupada y llena de cosas mundanas, que cuando el Espíritu Santo trata de hablarte, lo que te dice pasa de largo, sin que lo escuches. Satanás tiene que alejarte de tu comunicación con el Señor para moverse en tu vida. Él tiene que mantenerte en la carne y evitar que te conviertas en una persona espiritual, como Romanos 8:6 dice: «Porque el ocuparse de la carne es muerte, pero el ocuparse del Espíritu es vida y paz».
está feliz cuando permites que tu vida esté tan ocupada y llena de cosas mundanas, que cuando el Espíritu Santo trata de hablarte, lo que te dice pasa de largo, sin que lo escuches. Satanás tiene que alejarte de tu comunicación con el Señor para moverse en tu vida. Él tiene que mantenerte en la carne y evitar que te conviertas en una persona espiritual, como Romanos 8:6 dice: «Porque el ocuparse de la carne es muerte, pero el ocuparse del Espíritu es vida y paz».
Cuando estás caminando en el espíritu, el diablo no puede ni siquiera manipular tus circunstancias naturales. Él no puede empujarte con problemas y presiones porque tú estás escuchando al Señor a través de Su Palabra escrita y Su voz en tu interior. Como resultado, el ámbito espiritual es más poderoso en ti que el natural. Las realidades imperceptibles de Dios para ti son más grandes de lo que tus ojos físicos pueden ver, por lo tanto, puedes caminar por medio de la fe, lo que significa que puedes vencer cada obstáculo en el ámbito natural.
Porque, como 1 Juan 5:4 dice: «Y ésta es la victoria que ha vencido al mundo: nuestra fe».
Alguien está llamando
“Pero Gloria, ¿qué pasa si no tengo la capacidad de caminar en esa clase de relación con Dios?”
¡Sí la tienes! Como creyente has nacido de nuevo para caminar y hablar con Dios. Tienes la palabra de Jesús al respecto, Él lo dijo de forma muy clara en el Nuevo Testamento:
«Mis ovejas oyen y escuchan Mi voz; y yo las conozco, y ellas me siguen” (Juan 10:27, La Biblia Amplificada, Edición Clásica).
«Pero les digo la verdad: les conviene (es bueno, ventajoso) que yo me vaya; porque si no me voy, el Consolador (consejero) no vendrá a ustedes [a tener una relación cercana con ustedes]; pero si me voy, yo se los enviaré [para tener una relación cercana con ustedes]… Pero cuando venga el Espíritu de Verdad (el Espíritu que da la Verdad), él los guiará a toda la verdad» (Juan 16:7,13, La Biblia Amplificada, Edición Clásica).
«Mira! Yo estoy a la puerta, y llamo. Si alguno oye mi voz y abre la puerta, yo entraré en su casa, y cenaré con él, y él cenará conmigo» (Apocalipsis 3:20).
¡A eso le llamo estar esquipado para escuchar al Señor!
De acuerdo con estos versículos, tú no solamente conoces y escuchas la voz de Jesús, sino que Él está llamando a la puerta de tu espíritu todo el tiempo, esperando comunicarse contigo. Como si eso no fuera suficiente, el Espíritu Santo—el cual lo conoce todo—ha llegado a vivir en tu interior para enseñarte cómo caminar con Dios en cada circunstancia de la vida y servirte como tu Consejero personal.
Creo que una de las razones por las que los pastores en estos días, con frecuencia, tienen tanta carga de consejería en sus iglesias, es porque los cristianos no están tomando tiempo para tener una relación con EL Consejero. Ellos no están prestándole atención a Su voz y siguiendo la prescripción dada en Santiago 5:13, la cual dice: “¿Alguno de ustedes está pasando por dificultades? Que ore.” (Nueva Traducción Viviente).
La Biblia no dice en ninguna parte que cuando tenemos problemas o dificultades debemos ir a hablar con 45 personas al respecto. No dice que debemos ir y recibir muchísimos consejos humanos. Nos dice que, cuando tenemos problemas, debemos entregárselos a Dios y ver lo que Él quiere decirnos acerca del asunto.
Recuerdo que hace muchos años vi en la televisión cristiana una entrevista con alguien de una iglesia muy grande. Ella dijo que, en su iglesia, cuando los miembros tenían problemas de matrimonio o cualquier otro tipo, el equipo pastoral no los recibía inmediatamente para darles una cita de consejería. Ellos les pedían que ayunaran y oraran durante 36 horas. Después, si todavía querían hablar con un pastor para recibir consejería, podían hacerlo.
Usualmente, después de que la gente ha pasado tanto tiempo estando en comunión con el Señor, no se necesita de consejería pastoral. Ellos escuchan del cielo, y no solamente saben lo que tienen que hacer, sino que se dan cuenta de que han sido energizados por Dios para hacerlo. ¡Así que, a pesar de que esta iglesia en particular tenía más de un millón de miembros, su carga de consejería era relativamente baja!
Obviamente, no estoy sugiriendo que tienes que ayunar y orar durante 36 horas cada vez que quieras escuchar al Señor. ¡En lo absoluto! Si tan solo pasas una hora al día con Él en la Palabra y oración, podrás escucharlo todo el tiempo.
¿Cómo lo escucharás?
No en el exterior, sino en el interior. No con los oídos de tu cabeza, sino con los oídos de tu corazón. Como 1 Corintios 3:16 dice: «¿No saben que ustedes son templo de Dios, y que el Espíritu de Dios habita en ustedes?». Él constantemente se comunica con tu espíritu nacido de nuevo—algunas veces a través de palabras que parecieran venir de lo más profundo de tu ser, y mucho más frecuentemente a través de “inspiraciones” (Romanos 7:6, AMPC); algo que sientes, o lo que Romanos 8:16 llama “el espíritu mismo” del Espíritu Santo.
Jamás olvidaré la primera vez que aprendí a prestarle atención a este espíritu interior de una forma consciente. Apenas estaba empezando en el ministerio. Tenía en mi calendario algunos servicios y quería con todo mi corazón escuchar al Señor y hacer en esos servicios exactamente lo que Él quisiera. Así que oré: “Señor, enséñame cómo caminar en el espíritu. Enséñame cómo ser sensible a ti y cómo responderte”.
La misma noche que oré eso por primera vez, estaba sentada al lado de mi hermano Doug en un servicio en el que Ken predicaba, cuando pensé en un versículo de las escrituras en particular. Ese versículo realmente no tenía nada que ver con el mensaje que Ken estaba predicando, pero por alguna razón lo busqué en mi Biblia y se lo mostré a Doug.
“¿Por qué me mostraste ese versículo?”, me preguntó.
No sabía por qué. Simplemente quería hacerlo. Me pareció algo muy natural hacerlo. Resultaba que hacía tan solo unos instantes el Señor le había hablado a Doug acerca de que se levantara durante el servicio y compartiera una palabra con la congregación. Él no quería hacerlo porque no le gustaba hablar desde la tarima, así que le pidió al Señor que se lo confirmara. Claramente, el versículo que le mostré contenía la confirmación exacta que necesitaba para levantarse y compartir la palabra.
Sé que eso suena bastante simple, pero Dios estaba enseñándonos esa tarde a cómo escucharlo—y también te enseñará a ti. Él nos enseñará a todos nosotros si seguimos Su programa, si nos mantenemos en comunión con él todos los días. Él nos ayudará a aprender a caminar en lo sobrenatural con tanta naturalidad, igual que los peces nadan en el agua y los pájaros vuelan en el aire.
Después, sin importar qué clase de problemas enfrentemos, podremos vencerlos con las soluciones del cielo. Como la iglesia del libro de los Hechos, podremos caminar en el temor del Señor, el consuelo del Espíritu Santo, ¡y disfrutar de todo lo que provenga de la presencia de Dios!.
Siete Maneras de Sembrar Para el Espíritu
Todo lo que sembremos para el espíritu nos dará un beneficio inmediato en nuestra vida espiritual y una recompensa eterna en los cielos. Te presento siete actividades para sembrar en el espíritu.
Actividad #1: Tiempo de Adoración: Nuestra adoración es el placer de Dios. Adorar es la principal forma de tener una comunión intima con nuestro Dios, es conectar lo más profundo de nosotros con el corazón de Dios; es expresa nuestra entrega, amor, honor y nuestra confianza al gran creador. La adoración nos abre puertas, desata la gracia para experimentar mayores milagros, y nos abre el camino a nuevos niveles de fe. Mientras adoramos vamos perfeccionando nuestro espíritu a imagen del Señor.
Actividad #2: Lectura de la biblia: Invertir nuestro tiempo en estudiar las escrituras es un pilar fundamentar para comprender todo el plan de Dios para nosotros y la humanidad. La biblia debe entenderse con el espíritu porque fue escrita para ser transmitida por el Espíritu de Dios. En ella estan todas las llaves del conocimiento que necesitamos sobre Dios y su reino.
Actividad #3: La oración: Orar es hablar con Dios; y es una expresión de una verdadera fe. La biblia nos dice que pidamos, roguemos, reclamemos y recibiremos contestación. Muchas circunstancias en nuestra vida y de quienes nos rodean serán transformadas solamente por el poder de la oración.
Actividad #4: Evangelizar: Un creyente que ha sido impactado por el amor de Jesucristo no querrá quedarse callado, pero si lo hace esta demostrando su enorme egoísmo y a su vez esta frenando el avance del reino de Dios. Si sentimos esta necesidad siempre encontraremos diversas formas de compartir el amor de Dios y el mensaje de Jesús.
Actividad #5: Ofrendar: Dar de lo que tenemos es un mandato del Señor, dar ofrendas de todo tipo demuestra el tipo de corazón que tenemos. Siempre existe una oportunidad para ofrendar en la obra de Dios, o en alguien necesitado o en todo aquel que nos propongamos. Las dádivas son una siembra que tienen cosecha eterna.
Actividad #6 Dar los diezmos: Al diezmar de nuestro dinero estamos declarando que no confiamos en el dinero, sino en Dios que nos suple todas las cosas. Esta es una de las formas más claras de comprobar nuestra obediencia y amor a Dios. Los diezmos son además un principio espiritual que resguarda la bendición en nuestras finanzas.
Actividad #7: Servir a Dios: Todos hemos recibido dones y talentos, y es nuestra responsabilidad usarlos al servicio de Dios y de los demás. Como cuerpo de Cristo somos nosotros los encargados de hacer algo que contribuya al avance del cielo en la tierra. Al ser colaboradores activos de Dios nos ponemos bajo su respaldo, bajo su bendición y nos hacemos parte de su plan eterno.
Vive CADA DÍA en el FUEGO del Espíritu Santo
En estos últimos tiempos el Señor derramará su Espíritu Santo sobre ti en una mayor medida. Visiones, Sueños y Profecía vienen sobre ti. Su presencia manifestada es un fuego de poder que trae santidad para vencer las tinieblas y el pecado.
Hechos 4:31 dice: “Cuando hubieron orado, el lugar en que estaban congregados tembló; y todos fueron llenos del Espíritu Santo, y hablaban con denuedo la palabra de Dios”.
El Espíritu Santo es Dios con nosotros, quién nos capacita, nos llena y ayuda a vencer la debilidad de la carne. Una vida plena es una vida de llenura y avivamiento en el fuego del Espíritu Santo. Para avivar este fuego debemos decidir alejarnos de todo lo que lo entristece, es nuestra la decisión de abandonar el pecado, para así buscar el poder de Dios y ser vencedores. Dios nos provee ese fuego para vivir una vida victoriosa. Jamás debemos olvidar esto: que nuestra victoria está en caminar en el fuego del Espíritu Santo.
El deseo de andar con Dios nos lleva a desechar las obras de la carne para ser más que vencedores. Renunciemos a la tibieza espiritual, a ser apáticos, indiferentes y cerrados al gran poder del Señor. Mantener la oración ferviente hace avivar los dones que el Espíritu Santo nos dio. Necesitamos avivar ese fuego cada día, poner a Dios primero, así nos guiará a las mejores decisiones y a la manifestación de su gloria.
Oremos así:
“Padre Celestial, Renuncio a todo pecado que me aleja de ti, te pido que me colmes de tu Espíritu Santo, lléname y bautizame con tu fuego de poder y santidad. Voy a vencer toda debilidad por la presencia del Espíritu Santo, en el nombre de Jesús. Amén”
La Fe Que Permanece
La fe viene por el contacto con la palabra revelada de Dios, cuando Dios te abre los ojos del espíritu puedes ver una realidad espiritual, y esa realidad espiritual tiene vida, unción y fe.
“El Espíritu da vida; la carne no vale para nada. Las palabras que les he hablado son espíritu y son vida”. Juan 6:63
Cuando escuchamos una palabra de fe de alguien que tiene revelación, esa simple palabra viene cargada de unción; y hay corazones que la reciben y otros que no. Si las personas dejan su vida abierta a Dios, la recibirán. Una vez que aceptamos al Señor esa vida siempre estará disponible para que acudamos a ella, porque el Espíritu Santo mora en nosotros. Pero sucede que si la fe no es alimentada se va adormeciendo, se debilita y apaga lentamente. Por eso es necesario alimentarse cada día de la presencia y la palabra de Dios.
Debes usar la medida de fe que tengas y eso te ayudará en tus problemas. Tu tienes fe por eso escuchas esto y si quieres más fe debes seguir alimentando tu espíritu.
La Fe dice que Dios es confiable, que no miente. Hoy te desafío a que puedas usar esa fe que esta en tu interior para creer en ese Dios sobrenatural, grande y poderoso. Que actúes y camines de acuerdo a la fe.
Tus acciones y actitudes demostraran tu fe. Proponte ser una persona de Fe. Enójate con la incredulidad, con la duda y con el temor. ¡Hecha fuera el temor! Dios te ayudará en lo que sea.
El temor es la carta de presentación del diablo. Siempre que el enemigo te quiera atacar, abrirá su embestida con temor. Por eso cuando sientas temor, dile a ese temor: “Temor no te creo, no te recibo, eres mentiroso, te rechazo, En el nombre de Jesús” La verdad es seguridad, Dios es luz, es confianza, es la roca eterna sobre la cual estamos parados. ¡¡Créele a Dios No al temor!!
El miedo es una mentira, un humo, no existe. Pero si por el engaño de la incredulidad le das lugar al temor es como que le abres la puerta a lo malo y se la cierras a lo bueno.
Cuando rechazas el temor lo derrotas de inmediato, cuando no le crees, lo destruyes por completo. ¡¡Resiste al diablo y huirá!!
Cuando te quiera asaltar la preocupación recuerda que el mismo Dios que te dio vida eterna, que te perdonó, que te ayudó en muchos momentos de tu vida lo volverá a realizar. Dios permanece Fiel. Sigue Adelante. Todo lo que emprendas prosperará.
Usa Tus Espadas Desenvainadas
Espadas Desenvainadas
El señor de los ejércitos te entrego una espada y esa espada es la palabra de Dios, La escritura sagrada del rey de reyes se transforma, cuando la usamos, en una espada espiritual reluciente, afilada; muchos creyentes tienen esa espada descuidada y olvidada.
Abre tu corazón al Señor, ríndete ante Él y reconoce su poderío y señorío, el es llamado “El Señor de los ejércitos” Cuando David derroto a Goliat le dijo “¿quién es este filisteo incircunciso, para que provoque a los escuadrones del Dios viviente? (1 Samuel 17:26 NVI) y mira que interesante lo que dijo el Señor cuando se le aparece a Josué:
En el relato de Josué 5:13-15 vemos una aparición de Jesús como el “Príncipe del ejercito de Jehová” con una espada desenvainada en su mano, listo para usarla.
El Señor Jesús es nuestro comandante, general y príncipe, es un líder de guerra, de ejércitos y escuadrones, el rey de reyes, nuestra máxima autoridad y nosotros somos sus soldados victoriosos. Desenvaina esa espada que te fue entregada, es tuya, es para que la uses con poder, con el poder de su Espíritu. El Señor capacita a su ejército con toda su armadura, Por un lado nos da el escudo para resistir, pero también quiere que uses la espada para ser ofensivo, para avanzar, para cortar, destruir y derribar toda obra de maldad y toda oposición.
Esta espada espiritual tiene el objetivo de destruir el mal en nuestras vidas y en las naciones. Tienen la capacidad de liberarnos de la cautividad, de romper cadenas de amargura, tristeza, pobreza y enfermedad.
En Isaías 49:2 dice: “”Hizo de mi boca una espada afilada, y me escondió en la sombra de su mano; me convirtió en una flecha pulida”
Esto significa que la espada se ejecuta con palabras de fe, autoridad y firmeza, la palabra de Dios toma muchas formas, algunas veces es agua para nuestra sed, otras veces es aceite para nuestra sanidad, también se transforma en sabiduría y consejo, pero en ocasiones esta palabra es una espada para la guerra, para ser ofensivos y avanzar en la batalla. Dios quiere que sus hijos avancen, pero no pueden hacerlo a menos que sean diestros con la espada, porque estamos en batalla contra el maldad, el mundo y el enemigo. Es hora de levantarse a guerrear, es hora de usar la espada desenvainada.
Di conmigo: “Hoy me levanto en el poder del Espíritu y desenvaino mi espada que es la palabra de Dios, la tomo en mi mano y comienzo a cortar todo lo que me aflige, a cancelar todas mis dificultades, me vuelvo en contra de toda oscuridad y dificultad porque soy más que vencedor, mayor es el que está conmigo y más son los que están de mi lado. Todo lo puedo en Cristo que me fortalece” Amén.
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